EDITORIAL

¿Una nueva Constitución?

De unos años para acá, se nos arroja a los durangueños una sarta de mentiras tan grandes como peñazcos, que tenemos que esquivarlas dejándolas pasar para evitar ser aplastados. Sin embargo, hay algunas que son tan desorbitadas, que no podemos evadirlas sin desmentirlas, a riesgo de quedar sin identidad y sin valores. Una de ellas es la que se refiere a una nueva constitución que es una mentira del tamaño del Everest.
Vayamos por partes.
La Constitución vigente de nuestro Estado de Durango, fue elaborada por un cosntituyente ad hoc, es decir, por el XXVI Congreso Constitucional del Estado de Durango, erigido en  Congreso Constituyente, integrado por el Dr. Pascual de la Fuente, Miguel Jácquez, Jesús Enríquez, Pedro Solano, Mariano Arce, Alfredo Willhelm, Felipe Bonifant, Lic. Rafael Favela y Peimbert, Carlos Cárdenas, J. Guadalupe González, Ing. Celestino Simental y el Lic. Francisco Martínez Escárzaga; siendo promulgada por el general Domingo Arrieta León, el 6 de octubre de 1917.
De entonces a la fecha ha sido reformada y adicionada en varias ocasiones, siendo la que comprendió mayor número de artículos, la de 1973, propiciada por el reaccionario Alejandro Paez Urquidi.
Es claro, que la Constitución General de la República y las de los Estados, pueden ser reformadas y adicionadas por el órgano que en doctrina constitucional recibe el nombre de constituyente permanente, para irlas adecuando a las circunstancias cambiantes de la vida. Este órgano a nivel federal está integrado por El Congreso de la Unión y las Legislatutras de las Entidades Federativas; en el caso de los Estados por la Legislatura de cada Estado y los Municipios.
Pero hasta ahí. No existe en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ni en las constituciones particulares de los Estados, ningún artículo que autorice al constituyente permanente a promulgar una nueva constitución, mucho menos existe ninguna disposición constitucional que faculte a convocar a un Constituyente originario que elabore una nueva Constitución.
Por eso cuando los diputados priístas de la actual legislatura y cómplices, hablan que en breve darán a conocer una nueva Constitución para el Estado de Durango, mienten con todos los dientes y sin un gramo de vergüenza.
Aquí no hay más cera que la que arde, ni más Constitución vigente del Estado de Durango, que la del 6 de octubre de 1917, promulgada por el general Domingo Arrieta León. El “Hijo de ¡Patria Libre!” cumple con su misión desenmascarando esta mentira infame de una nueva Constitución. Punto.

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Hidalgo (30 de Julio)

Fue un inspirado.

Al contrario de la heroína de Orleans, su inspiración no venía de lo alto, venía de la tierra misma. Eran las voces de la Marsellesa percibida por su alma contemplativa á través del Océano.
El huracán del 93 sopló en su cabeza argentada por los años, como el fuego en los volcanes, esos viejos cerebros de la tierra que levantan hasta el cielo sus testas seculares argentadas por la nieve.
Allá en el humilde lugarejo, donde fue el pastor amado, en las noches de vigilia silenciosa, el cerebro del anciano fundió la Magna Idea, y una mañana de luces indecisas, de gorgeos y tañidos y de tañidos placenteros, corrió la buena nueva y las turbas dormidas se levantaron al encuentro del Apóstol.
Y fue el despertador del valle y la montaña, iluminando las oscuras esperanzas al fulgor de sus miradas de inspirado.
Y tras él, el alud se desprendió arrollando en Granaditas y en el Monte de las Cruces.
Fue el predestinado para el sacrificio, y su cabeza de blancuras siderales fue la hostia sin mácula ofrendada en el altar sangriento, y los sacerdotes de las manos rojas la elevaron ante su ídolo.
La ancianidad del héroe fue como un meteoro que derramó breve, y su nombre fue como un sol magnífico que avanzó tras noche tétrica en el cielo de la patria.
Los descendientes del mexicano esclavizado le aman como á su salvador y le llamaban padre.
El mundo lo mira como uno de sus héroes.
Con Washington, Bolívar  y San Martín, forma las glorias de la humanidad.
¡Loor a los muertos gloriosos!

A. Gaxiola D.  (Publicado en La Evolución de fecha miércoles 1º de agosto de 1906, número 90, Tomo X, primera plana, columna tercera).

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Instantáneas Durangueñas

por Enrique Arrieta Silva

Cuando se bloqueó la salida del mineral de Cerro de Mercado.-

El 19 de enero de 1970, un grupo de aproximadamente 2,500 estudiantes del Tecnológico, ETIC y Secundaria 6, después de realizar una manifestación por las calles de la ciudad, se dieron a la tarea como a las 12:30 de efectuar un bloqueo a la salida del mineral del Cerro de Mercado, como protesta por no haber recibido una respuesta del gobernador Alejandro Páez Urquidi. Al efecto portaban una enorme manta con la leyenda: “La Siderúrgica, Necesidad Nacional”. Impidieron la marcha de la locomotora 5505, que arrastraba un convoy de 20 góndolas cargadas de mineral, valiéndose de piedras que colocaron enfrente de ella, vaciaron las góndolas y con sopletes y herramientas levantaron los rieles. El Ejército tomó el cerro como medida de seguridad. El día 21, como a las seis horas de la mañana, fueron desalojados los estudiantes técnicos  de la zona adyacente al cerro, participando en el desalojo el general Salvador Rangel Medina, comandante de la 10ª. Zona Militar, con un corneta de órdenes al lado y al frente de las tropas del 2º. Batallón de Fusileros Paracaidistas y del 20 Batallón de Infantería, así como de elementos de la Policía Militar, en número aproximado de 800 elementos. Los aproximadamente 300 estudiantes,

abandonaron el sitio sin oponer resistencia. En el desalojo participaron además para dar fe del acto el licenciado José Martínez Lozano, Jefe de la Oficina Central de Averiguaciones de la PGR y el licenciado Pedro Nogueira Huerta, Agente del Ministerio Público Federal en Durango.

Cuando se paralizó la ciudad de Durango.-

El viernes 23 de enero de 1970, la ciudad de Durango se vio paralizada por el cierre de protesta del comercio organizado en contra de la nueva Ley de Hacienda. El paro estaba anunciado, lo que motivó que un día anterior se registraran compras de pánico. Llegado el día cerraron sus puertas negociaciones como tiendas de abarrotes, supermercados, fruterías, loncherías, farmacias, carnicerías, misceláneas, peluquerías, lecherías, etcétera, etcétera. La ciudad se vio desierta y paralizada como el día que antecede a un bombardeo.

Los cines que los estudiantes recomendaban.-

En el Boletín Ciencia y Arte de la Sociedad de Estudiantes del Instituto Juárez del año de 1920, se anunciaban los cines Victoria y Olimpia, de la empresa de Isauro Martínez, como los centros de espectáculos de más prestigio en la ciudad, y como los cines de las exhibiciones grandiosas y de los programas monumentales y se agregaba todavía otra razón para que la gente los prefiriera, y ésta era porque en  ellos  los estudiantes  se divertían y los recomendaban.

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