El Hijo de ¡Patria Libre! año 1 núm. 1 Octubre de 2012
¡Patria Libre!
Este ha sido el ideal que con letras de fuego
han vislumbrado en el horizonte de la vida, los
hombres, las tribus, los pueblos, las razas.
¡Patria Libre! Ha sido la luz que ha iluminado el
camino de los valientes y de los héroes, chispa
que ha encendido el ánimo de los patriotas y de
los grandes, calor que ha fecundado en el corazón
de las multitudes y de los pueblos, sol que ha
hecho y hace arder la sangre en las venas de los
ciudadanos, impulso que arrastra a los hombres
al sacrificio y a la muerte en medio del combate,
entre el humo de las batallas
¡Patria Libre! es el ideal que da fuerza para
empuñar las armas, guía nuestros pasos sobre el
enemigo tirano, usurpador y déspota, que hace
vibrar la lira del poeta, que esfuerza la mano
del que escribe, que hace arder el cerebro y
que lo agita tan grande y poderosamente para
hacer brotar por los labios rayos y truenos que
derrumban castillos de virreyes, que hacen rodar
tronos de impudores y sillas de tiranos y de
autócratas.
¡Patria Libre! Por ese ensueño sagrado Cuauhtémoc
se lanza en el combate, por esa aspiración suprema
Hidalgo muere en un cadalso, por ese lema de
luz y ventura Madero muere asesinado. Por
ese ansiado ideal, los Arrieta, urbina, Contreras,
Natera, etc, etc., han empuñado las armas y
derramarán su sangre¡ ¡¡Por ese ideal de gloria
nos sacrificaremos!!
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Historias del Alarife
Desde tiempos inmemoriales, los durangueños han estado confrontados por cuestiones políticas, es cuestión de buscar en la historia y vemos que en todas las épocas han existido divergencias de pensamiento. Desafortunadamente, en la actualidad no existe memoria histórica que nos recuerden hechos, por eso dicen que quién ignora la historia está condenado a repetir los mismos errores y es en esto de lo que se valen muchos de los políticos y funcionarios que en el pasado han depredado el erario y defraudado la confianza de quienes votan por ellos.
Una de las más agudas confrontaciones que se dieron en México durante la Colonia, fueron las ideas esparcidas por los jesuitas en lo referente a los derechos que los criollos tenían sobre la cosa pública y la idea, aunque no manifiesta, de libertad, es decir, liberarse de la opresión que la metrópoli ejercía en sus colonias, la sacudida administrativa y de restructuración de las políticas reales en todo el país. El descontento manifiesto hizo confrontar a criollos y peninsulares, aunque esta confrontación vino a manifestarse años después contribuyendo en lo que fue la revolución de Independencia. Para entonces, las diferencias estaban muy marcadas y no pasaba día en que por alguna o algunas razones chocaran, incluso estas divergencias llegaron a la propia Iglesia católica, en el periodo conocido como la “Guerra de las Vírgenes”, en donde se partidizaron las simpatías de las imágenes de la Virgen de Guadalupe y la de Los Remedios, la primera hecha un símbolo de los mexicanos y la segunda la patrona de los ejércitos españoles, impuesta a los naturales para suplir sus deidades prehispánicas en la llamada “Conquista Espiritual”, encontrándonos en la actualidad que muchos de los santuarios de la de Los Remedios, se encuentran en lugares elevados en donde pudo haber existido un adoratorio indígena. Los españoles le decían a la virgen mexicana, con el deseo manifiesto de ofender, “La Prieta” y por su cuenta los mexicanos contestaban a esta ofensa con el apodo de “La Cacariza”, por lo de la viruela traída a América por los europeos.
Ya consumada la Independencia de México, los grupos en conflicto continuaron sus diferencias y aquí ya podemos hablar de monarquistas o borbonistas e independentistas o republicanos, todos conocen del efímero imperio iturbidista, llevado al trono por la Iglesia y sus fueros, y una sociedad archiconservadora que soñaba todavía en un gobierno monárquico y decadente para la época. De esa forma la sociedad queda dividida en todo el territorio nacional y para el futuro de la naciente república esto va a ser uno de los mayores problemas que se insertan en el periodo conocido como postindependiente y donde la política jugará un papel muy importante que durante casi cincuenta años y donde la confrontación, división y hasta hechos de armas serán el símil de la vida en México.
En Durango el impacto será brutal, la división de la sociedad marcará diferencias que persisten hasta nuestros días en lo que se refiere a la lucha por el poder. Monarquistas vs. independentistas, masones yorquinos vs. masones escoceses, dicho de otro modo: Chirrines vs. Cuchas, así llamados los grupos localmente, los términos son: los escoceses con esta palabra definían a sus contrarios queriendo decirle “hombres viejos o retrógradas”; los yorquinos se autodefinían como “hombres nuevos o progresistas”, el senador Mena encabezaba a los escoceses o conservadores y don Santiago Baca Ortiz, encabezaba a los yorquinos o liberales. El Chirrín sería definido como un hombre pacífico e iletrado y el Cucha era un “mendigo crapuloso, entre simple y bellaco, que ganaba su vida haciendo reír con su llanto y lágrimas fingidas, siendo por lo mismo el ludibrio y desprecio del pueblo”, apunta José Fernando Ramírez, esos eran los epítetos lanzados de un lado al otro y como nos damos cuenta, las diferencias sociales estaban definidas por el dinero y la posición social, tal y como ahora lo vemos: Panistas, supuestamente letrados y ricos pertenecientes a la alta sociedad y que se manejan a través de un partido político que a veces funciona más como una cofradía de intereses económicos y de contubernios familiares que luchan por conservar su estatus cueste lo que cueste. Por el otro lado, es más fácil de definir al supuesto iletrado, peladito del barrio o la colonia proletaria sin fortuna y sin estatus social que presumir, carne de partido pero sobre todo por propia identificación escoge militar en un partido popular más acorde a su ideosincracia y formas de vida. Pobre de aquel pobre que por ignorancia le hace el caldo gordo al rico y a su partido para seguir conservando su poder y su riqueza y el pobre su pobreza.
Sólo recordemos que la historia nos enseña y nos previene de males tan graves como la pérdida de identidad, sin ella somos pasto seco para el fuego. México perdió en el pasado la mitad de su territorio gracias a la división social arengada desde los púlpitos, solapada por los gobiernos centralistas y conservadores y la ignorancia galopante en las masas dominadas, después ya sabemos, Juárez y su Reforma dio al país certidumbre y trazó el camino republicano, Porfirio Díaz, tergiversó los ideales constitucionales y de alguna manera devolvió sus fueros a la Iglesia y abrió el país al capital extranjero que también benefició a los de casa quienes se asociaron en jugosa camaradería en donde una vez más México cayó en el infortunio del dominio de las contadas familias que detentaban poder y dinero depredando todo a su paso, el resultado fue una revolución de clases en donde otra vez volvemos a ver confrontados a los mexicanos insertos en estos dos grandes bloques sociales: Maderistas y Porfiristas, Constitucionalistas o Carrancistas vs. Villistas y Zapatistas, de esa forma llegamos a los tiempos del nacimiento de los partidos quienes hoy se confrontan en las urnas con un PRI renovado y con la vista vuelta a poner en las clases bajas después de la empanizada que tuvo durante los sexenios anteriores donde prácticamente perdió la brújula mientras que sus oponentes ondeaban las viejas banderas priistas y así ganaban electores para llegar al poder, mismo que detentaron durante doce años y éstos han sido una pesadilla para quienes queremos ver un nuevo México soberano de sus riquezas y excluyente de la marginación de la sociedad. Es a través de la educación por donde se debe atacar la ignorancia y los enormes rezagos ancestrales que padecemos, aunque esto está todavía muy lejos de ver, sobre todo con sindicatos lidereados por personajes perversos que solo buscan el enriquecimiento exacerbado y con ello el poder omnímodo en la política para seguir conservando sus aviesos privilegios. El remedio en mucho de esto es el conocimiento de la historia de nuestro país para no seguir tropezando con la misma piedra en este sinuoso camino.
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